#NoViolenciaDeGénero, #NoViolenciaDómestica
Con esta nueva etiqueta #NoViolenciaDeGénero, inicio la nueva temporada de #ViernesNovelesco.
En esta ocasión, como en las temporadas anteriores cada viernes colgaré un nuevo relato, sobre esta lacra, que azota la sociedad actual.
Sí el objetivo inicial era hablar de #NoViolenciaDeGénero, pero no cerremos los ojos y aunque estoy absolutamente de acuerdo con las leyes que se han establecido bajo esta denominación, hay otros tipos de violencia que se producen en el hogar y que no está amparada en la violencia de género.
No por ello, los causantes de esta violencia son impunes y en el código penal está totalmente estipulado, pero no bajo el paraguas de esta normativa, que si que es cierto que cubre un porcentaje altísimo de la violencia que se comete en el hogar y que es del hombre sobre la mujer.
Es una violencia que no ceja, la semana pasada, fue en este tipo de delito, una semana negra.
Las estadísticas ya nos advierten que entre los jóvenes se está detectando, un pensamiento comparable al que tienes sus padres en este tipo de violencia.
¿En que nos estamos equivocando?
¿Qué hacemos mal para, que la violencia de genero se extienda de esta manera?
¿Estamos haciendo los suficientes esfuerzos para corregir este mal?
¿Cómo lo podemos detectar en una etapa inicial este germen de violencia y corregirlo?
Supongo que es tema manido de debate entre sociólogos, psicólogos, penalistas y políticos para atajar esta estigma social.
Los medios de comunicación constantemente nos hablan de ello, y lejos de concienciar a veces parece producir un efecto rebote y ante un caso de violencia de genero producido hoy, mañana tiene una réplica similar en otro punto de la geografía nacional.
Sí, supongo que no es un problema de fácil solución, supongo que todos nos debemos implicar, desde la familia, la denuncia social cuando seamos conscientes, que de alguna manera, este tipo de violencia se está produciendo; desde los centros escolares, jueces y fiscales, aplicando de manera preliminar, condenas de carácter social, a jóvenes que muestren este tipo de conductas.
Las jóvenes siendo conscientes que cuando su novio, espía su móvil, o trata de influir en su forma de vestir, o con quien deben de hablar o verse, nos es una cuestión de amor, sino de control de tu propia vida.
A los jóvenes que confunden querer, con tratar de que sus parejas se alineen con su forma de pensar o ser, en lugar de ser capaces de compartir y contrastar, circunstancia que siempre enriquece, en lugar de mermar.
Los padres que, dentro de la educación en familia, desde niños, aportan su pequeño grano, dando una educación diferenciada a niños y niñas.
Hay que educar en la igualdad, en casa todos deben contribuir a la convivencia, a las tareas de la casa y no solo ayudar, las tareas del hogar, son tarea de todos y en ello, establecer diferencias entre los géneros, entre que los hijos sean chicos o chicas, es seguir con esta equivoca educación machista.
En las familias se tiene que acabar, con que los varones estén viendo la tele o leyendo el periódico mientras, ellas se afanan en planchar, cocinar o limpiar.
Todos comemos, manchamos y nos cambiamos de ropa, ¿no?, pues del mismo modo todos tenemos las mismas obligaciones en la casa y los mismo derechos a la hora de disfrutar de nuestro ocio y relax.
Tal vez en los centros escolares también se pueda hacer algo más, no se muy bien en que asignatura sería más adecuado, pero igual desde varias de ellas se puedan colocar ciertos énfasis, y aunque es innegable que entre ambos sexos hay diferencias biológicas claras, estas no marcan comportamientos distintos, ni roles diferenciales en otros muchos aspectos de la vida.
Buscar una sociedad igualitaria, es buscar una sociedad más justa y en ella la “VIOLENCIA DE GENERO”, “VIOLENCIA DOMESTICA”, no debe tener cabida.
Una sociedad más junta, pasa por comprender esto y para ello durante treinta semanas colgaré aquí treinta relatos, dónde de alguna manera, está presente la violencia física o psicológica.
Con esta serie de relatos, mi único objetivo es señalar estos comportamientos y de alguna manera hacerlos visibles para esa parte de la sociedad que, aunque los tiene delante de las narices no los quiere ver, o son incapaces de verlos, por ello quiero hacerlos visibles y en la medida que me sea posible, afearlos.
Espero que además de tratar de conseguir este objetivo, estos relatos te resulten amenos, te gusten y disfrutes con su lectura.
Muchas gracias por adelantado, por seguir leyéndome y comentado los mismos.
