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María

MARÍA



La historia de María no es una simple ficción más, es una historia llena de matices, que debe de llevarnos a la reflexión, a la comprensión y sobre todo a la empatización, de lo que en muchas cosas el raciocinio nos hace rechazar por incompresible.

Esta historia me llegó de rebote, me la contó mi amiga Tesa, ella es asistente social, y justamente unos días antes de que saltara a los medios de comunicación de mil versiones diferentes, me llegó a mí, casi de primera mano.

Tesa es una de mis mejores amigas, muchos años de amistad y sobre todo de confesiones y complicidades, ella como he dicho antes se dedica en cuerpo y alma a este mundo que a veces la sociedad trata de obviar o al menos pasar de puntillas por él, y yo como abogada, me enfrento a casos similares como este a diario, en los juzgados, en unas condiciones que por mucho que alguno las quieran dar la vuelta, yo estoy segura, que si esas personas se enfrentaran a unas circunstancias similares, lo verían de una manera totalmente diferente.

Tesa es muy discreta, a mi me lo contó porque, aunque María negara durante semanas la mayor, ella quería conocer mi opinión, como amiga, como mujer, y sobre todo como profesional con experiencia en este campo. Obviamente nunca me dio su nombre ni el menor de los indicios para que yo conociera a María, pero cuando la noticia saltó a los medios de comunicación, todo me cuadró.

A estas alturas, probablemente ya sabréis que el nombre de María es el nombre elegido por mí, para relataros esta historia, no su nombre real, pero aquí lo importante es la historia y que la comprendamos en toda su extensión.

Apenas había cumplido los quince años, cuando una tarde acudió con su madre a un centro de atención primaria.

María no iba de buena gana, pero ante la insistencia y de alguna manera el chantaje de la madre al final accedió, o eso, o se tendría que ir a vivir con su padre a un pueblo extremeño de poco más de mil habitantes.

Desde el centro de salud, tras examinarla, pusieron en funcionamiento el protocolo de los malos tratos.

María lo negó todo, ella estaba muy enamorada de José y José de ella y nunca la había hecho daño.

—María, tienes todo el cuerpo lleno de moratones, algunos sí se podrían justificar con eso de que eres muy patosa, pero otros…

—Siempre me he ido tropezando con todo y con todos, no puedo explicar cada uno de los moratones, además debe de ser cosa de la sangre, mi madre también tiene las piernas llenas de morados y varices.

—Lo mio es normal, supongo que la sangre algo tiene que ver, pero las muchas horas que paso de pie en la peluquería, es lo que lo justifican, pero lo tuyo…

Así se justificó la madre, al tiempo que el médico que la atendía la cogía de la mano y reteniendola, le señalaba las marcas en las muñecas, de haber sido aferrada fuertemente por ellas.

—Y esto, ¿cómo te lo explicas María?

—Soy muy nerviosa, muy inquieta y siempre estoy haciendo gestos con las manos, a veces para no parecer una loca, me cojo la muñeca con la otra mano y me aprieto para inmovilizarla.

—Sí es así, dime sinceramente, ¿con qué mano escribes?

—Con la derecha, como casi todo el mundo.

—¿Entonces?, estas marcas en la mano derecha, te las haces con la izquierda.

—No recuerdo nada, será así.

Esa misma tarde fue cuando Tesa me llamó y quedó conmigo para tomar un café y ponerme en antecedentes.

Después supe de una segunda visita a las urgencias de un hospital, esta vez llevaba unas grandes gafas de sol, poco más se supo de este percance, hasta que ayer, en las noticias, entre toda la documentación gráfica salió una foto de esta visita, pixelada y sin las gafas, sin antifaz que disfrazara ese ojo inflamado y negro como la oscura noche.

Solo habían trascurrido un par de semanas entre la visita al centro de salud y la visita a las urgencias del hospital, y tres días desde esta última, hasta la aparición del caso en los noticieros.

Estaba en la barra de una cafetería, tomando un café tras la comida y antes de volver a la oficina, cuando algo me llamó la atención, afiné el oído y algo me removió por dentro.

En cuanto llegué a la oficina, busqué la noticia en internet, tenía la sensación de que la víctima era María, y solo las primeras fases de la notica me sacaban de cualquier duda razonable.

Sí, costaba entender cómo hoy en día una mujer, tiene que pasar por una situación así, a mí personalmente lo mismo me da el género, podríamos hablar de personas en general, pero lo realmente cierto es que hay algunas “personas”, que las llamamos así por su aspecto, que tienen un sentido de posesión tan arraigado, tan fuerte, que más parecen representar a ese mundo animal alejado del raciocinio y que en poco representan al ser humano.


“Una joven a la que llamaremos María, ha sido encontrada en un descampado, por un ciudadano que paseaba a sus perros, en condiciones tan brutales que, al llegar los sanitarios de 112, ha tenido que ser tratada de una crisis de ansiedad y posteriormente trasladado al hospital, ya que la crisis persistía. Al operativo, se ha tenido que agregar la unidad canina de la policía, para hacerse cargo de los perros que paseaba.

María la joven de quince años, en estos momentos se encuentra en la UCI de un hospital de la capital, tras ser traslada desde Móstoles en helicóptero, para ser tratada de las graves heridas que tenia y necesitar de unas pruebas diagnósticas, que solo en los grandes centros hospitalarios se pueden ofrecer.

“El panorama era dantesco”, declaraba un miembro de urgencias que se encontró en el operativo del 112, “la joven apenas respiraba, estaba en medio de un charco de sangre debido a una fuerte hemorragia, en el suelo había marcas de que la victima había tratado de desplazarse arrastrando su cuerpo por el suelo, de ello hay grandes marcas y fruto de este esfuerzo, nos encontramos un cuerpo, totalmente magullado, rebozado en sangre y barro y con una expresión en la cara…”

El cómplice silencio del interlocutor de 112, fue más gráfico incluso que, si hubieran mostrado imágenes de la víctima, a esas alturas, yo tenía el alma en vilo, empezaba a dudar que se tratara de la misma María de la que unos día antes había tenido conocimiento, pero el locutor continuó con la noticia en estos términos.

Un portavoz de la policía, en declaraciones a este programa nos ha manifestado.

“La investigación en este momento está muy abierta, en las próximas horas tenemos una reunión y en ella estableceremos las líneas maestras a seguir”

Me quedé pensativa con la noticia, la mirada perdida, fija en el cuadro de la pared de enfrente, cuando volví la mirada a la pantalla del ordenador, me quedé hipnotizada.

Un faldón bajo las imágenes de la siguiente noticia anunciaba lo siguiente:

“Últimas novedades en el caso de la víctima del descampado”

Su novio ha sido detenido por la policía, acusado de intento de homicidio y violación.

“En breve, desarrollamos la noticia”

Seguí por unos instantes fija a la pantalla, hasta que el locutor poniendo un semblante más serio de lo acostumbrado prosiguió con la noticia.

Tal y como les avanzamos, hay una última novedad en el caso de la joven encontrada malherida en un descampado y que se encuentra muy grave el hospital, varios miembros de un clan llamado “los kiwi”, por dedicarse a vender esta fruta exótica por varios mercadillos de la zona, han sido detenidos en relación con este caso, denominada por la policía como “La niña bonita”, en referencia a la edad de la joven víctima.

El joven de diecisiete años, al parecer novio de la víctima, a la que ya había maltratado en otra ocasiones según confirma la investigación, y por las que se vio obligada a acudir a urgencias.


Aquí es donde se mostró la foto pixelada de la joven, con el ojo amoratado tras la visita de esta a las urgencias de un hospital.


Tras obtener las primeras pesquisas después de analizar las grabaciones de una cámara de vigilancia cercana al solar donde fue encontrada la joven, la policía detuvo al joven JFN de diecisiete años como presunto autor de la agresión.

Minutos después en el hospital, un primo de este y un hermano AFG y AFN, ambos de dieciséis años, fueron detenidos por el operativo de vigilancia que la policía había montado para proteger a la joven en el hospital.

En la detención uno de los jóvenes, ya en presencia de su abogado, ha declarado que:

“Solo pretendía darle un pequeño susto para que no hablara”

Extraoficialmente un miembro del cuerpo en contacto con nuestra redacción nos ha declarado.

“Estamos seguros de que se trata de un caso de violación, que ante la negativa de la victima se le ha ido de la mano” La investigación antes o después aclarara con ayuda de la medicina forense estos términos.


Dos semanas después, una vez la noticia había pasado, recibí una llamada de mi amiga Tesa.

—Necesito hablar contigo del caso de María.

Sí, asumí su defensa, María fue violada y ultrajada introduciéndole por la vagina un objeto que la destrozó por dentro, de eso las gran hemorragia que presentaba cuando fue encontrada. Fue violada y golpeada, ante la negativa a mantener relaciones sexuales, casi al punto de acabar con su vida.

Su novio tras pensar que la había matado y ver la noticia en la tele, habló con su hermano y su primo y estos se ofrecieron para ir al hospital a rematar aquello que él no terminó.

Afortunadamente María se recupera bien de los daños físicos, pero los psicológicos…

Los tres jóvenes al ser menores de edad están en un centro tutelado, la condena judicial es algo que, en la mejor de las circunstancias, no será algo que los retenga por mucho tiempo en este centro, y salvo reincidencia, este incidente les saldrá muy barato.

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