top of page

Aura

Aura

La historia de Aura es compleja, sobrecogedora, pero, sobre todo, con un final inasumible para el colectivo de la mujer, e incluso para el colectivo humano. Sí, es triste y, a diferencia de otros relatos Aura no lo puede escribir en primera persona, lo hago yo, su hija Icíar, lo hago en su honor, recordando su memoria, su humor, su alegría, el aire fresco que siempre corría alrededor de ella.

Aura siempre fue una mujer libre, fuerte, librepensadora y sobre todo practicaba el “buenismo”, esa palabra hoy en día tan denostada y, que para ella a lo largo de su vida fue su máxima.

Jamás ni yo, ni nadie que la conociera la vio criticar a un semejante y ante esas cosas brutales que la vida nos pone delante de los ojos a diario, ella siempre decía.

—Que injusta es la vida, a veces te pone en unas tesituras…

De esta manera manifestaba su incomprensión ante ciertas cosas que cada día nos ofrecían los informativos, yo entendía su postura, pero era algo complicado de comprender para el común de los humanos.

Se que a mucha gente la sacó de sus casillas su postura ante un caso archiconocido, el del asesinato de la niña de origen chino que apareció muerta en las proximidades de Santiago de Compostela.

—Estoy convencida que esa madre, no lo hizo, por mucho que digan los jueces.

Hasta a mí, que la conocía tan bien, me rechinaba su postura, no la entendía y por supuesto no compartía para nada su opinión.

—Mamá, ¿cómo puedes decir eso?, ¡esta juzgada y condenada!

—Una madre no hace eso, y algo me dice que ante todo esta mujer es madre.

—¡Pero está demostrado!

—Ya lo sé hija, pero no me entra en la cabeza, aquí hay gato encerrado, aunque eso nunca lo lleguemos a saber.


Sí, es una pincelada de como era mi madre, a veces un poco naif en la visión de la vida, pero siempre mujer, siempre madre y sobre todo muy generosa.

Pero centrémonos en su historia, a mi por ser la mayor de sus tres hijas, me tenia en una posición más de amiga que de hija, eso no quiere decir que, en su responsabilidad como madre, hiciera dejación alguna, me educó, me enseño a enfrentarme a la vida, me dio unos valores imprescindibles para caminar por ella, pero a la edad de dieciséis años, me sentó frente a ella, y me dijo.

—Icíar, hoy cumples dieciséis años, creo que te he enseñado todo lo que sé de la vida, te he inculcado valores, a desenvolverte, a tratar con respeto a los demás y a partir de hoy, serás dueña de gestionar tu propio destino. Madre es una desde que toma la decisión de serlo, hasta la muerte, pero ahora te toca caminar a ti, con tu aciertos y errores. A mi me tendrás siempre, seré tu apoyo, te daré consejo y compartiré contigo todo lo que sea importante, pero eres tú la dueña de tu destino y serás tú quien decidirás cualquier cosa sobre la misma.

Ni que decir tiene que así fue, a partir de ese momento y sin perderle el respeto, la relación cambió, fuimos más amigas que otra cosa, yo la ayudé más que nunca a educar en ese mismo sentido a mis dos hermanas pequeñas, y hasta el fatídico final, fuimos como uña y carne.

Cómo ya dije antes, somos tres hermanas, cada cual tenemos nuestro padre, aunque cada uno de ellos es a la vez como un segundo padre para el resto, mi madre nunca creyó en relaciones de por vida, tampoco en contratos ni papeles, era libre y siempre lo llevó por bandera.

—Hija, el amor igual que viene se va, ya me gustaría a mí encontrar un amor que permaneciera a mi lado hasta el fin de mis días, pero hoy en día eso es tan complicado, como que te toque la lotería.

Esta frase me quedó grabada en la memoria y durante meses después de lo que la ocurrió, me estuvo martirizando.

Desde niña soy consciente de dos cosas, en el amor libre y en la fidelidad. Son dos cosas que pueden parecer contradictorias, pero lo he vivido desde niña y lo he asumido como algo que me define.

Los juegos de cama, era algo sin importancia para mi madre, pero cuando establecía una relación con alguien, esto estaba por encima de todo lo demás, fruto de esto han sido las idas y vueltas con sus parejas y por eso mismo, los padres de mis hermanas son para mí, parte de mi propia familia.

Pero centrémonos en el meollo de la historia de Aura, una vida plena, intensa, pero breve.

Llevaba ya algún tiempo sin una relación seria, para lo que ella ha sido siempre, incluso su vida sexual había decrecido de forma alarmante, no nada tenia que ver con el climaterio, como me gustaba chincharla de vez en cuando.

—No te reconozco mamá, con lo que has sido tú, ¿estás en pleno climaterio?

—No te creas, a mi no me importaría, mas hijos tengo claro que no quiero tener, así que salvo por los cambios hormonales no me preocupa para nada.

—Entonces, ¿qué te ocurre?, hace semanas que no estás con nadie, que…

Así fue como me habló de la existencia de Thomas.

—¿Es inglés? —fue mi ingenua pregunta.

—No, para nada, es producto nacional, de un pueblo de León, pero desde que se fue de Erasmus a Londres, le gustan que lo llamen así,

—¿Tan guapo es, que nunca lo has traído a casa?

No es eso, es que…

Esos puntos suspensivos en mi madre me inquietaron.

—¿Qué ocurre mamá?

—No estoy muy segura de la relación.

—Pero eso para ti nunca ha sido un problema, ¿qué ha cambiado?

El silencio de mi madre me preocupó más cualquier respuesta y el tiempo me dio la razón.

Se volvió un tanto introvertida, para lo que era ella, estaba siempre nerviosa, como a la defensiva y un día la pillé tratando de cubrirse las muñecas de unos moratones.

—¿Qué es esto mamá?

—Acabo de verlo, —mintió descaradamente.

Pero no reaccioné hasta que un día a llegar a casa me la encontré con un brazo en cabestrillo.

—Me he dado un golpe tonto en la calle y mira por donde, yo que nunca me había roto nada, tengo un hueso roto.

Aquí ya se me dispararon todas las alarmas y me puse a investigar, pero era demasiado tarde.

Solo me dio tiempo a conocer a Thomas en la distancia, y saber de ciertas dependencias, además de un dilatado historial, no solo policial, sino judicial también.

Esa tarde esperé inquieta la llegada de mi madre a casa, pero lejos de llegar ella, fue una llamada telefónica lo que recibí, mi madre estaba siendo trasladada muy grave al hospital, tras una caída por unas escaleras.

Nada más llega al hospital, fue una mujer policia la que me reclamó llevándome a una salita.

Mi madre acaba de fallecer, y tenían muy claro que la caída por las escaleras no había sido un accidente.

Yo la puse al corriente de lo que había descubierto. Todo encajaba y lamentablemente mi madre, una mujer llena de vitalidad y ganas de vivir, había sido asesinada descaradamente, Thomas tenía un historial repleto de malos tratos continuados, eran varias las comunidades autonómicas en las que se le había investigado por ello, algún juzgado en primer instancia lo había condenado, pero el había recurrido las sentencias y estaba esperando nuevo juicio en un instancia superior.

Sí mi madre fue a encontrarse con él, en estas malditas circunstancias. Desde el primer momento, su sexto sentido le hizo ser precavida con él, y así no cruzar su vida con las nuestras, pero ella se olvido de protegerse, y ello le llevó a un final atroz, cruel e inimaginable solo unas semanas antes.

Durante semanas me despertaba oyéndola.


“Hija, el amor igual que viene se va, ya me gustaría a mí encontrar un amor que permaneciera a mi lado hasta el fin de mis días, pero hoy en día eso es tan complicado como que te toque la lotería”.


Sí, a ella, lamentablemente le tocó la lotería, esa a la que nadie jugamos y, desgraciadamente a ella le tocó. También al final encontró el amor que estuvo junto a ella hasta el final, es más acabó con su vida como quedo demostrado en el juicio en el que fue condenado por asesinato imprudente y denegación de auxilio, ya que salió corriendo de allí, alejándose del lugar del crimen y sin avisar a nadie.


Mi madre permanecerá en nuestro recuerdo, y en el de todas las personas que la conocieron, como esa brisa de aire fresco que llega a nuestras vidas, que la hace mejor y la llena de alegría, eso no nos consuela, pero al menos después de escribir este relato, he dejado de estar obsesionada con esa frase sobre el amor, que durante tanto tiempo me ha torturado.

Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
bottom of page