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Natasha

Natasha



Llego a España apenas 40 meses atrás, lo traía todo en la vida, ganas, ilusión, juventud, ambición, pero nada de esto ha sido suficiente para que. las cosas tuvieran un final totalmente distinto a lo buscado.

Los comienzos, como siempre son complicados, Natasha, trabajó de todo, limpió casas, después estuvo en un hotel haciendo habitaciones, se enamoró y de está relación, nació la pequeña María.

En las últimas semanas incluso se había metido a empresaria, acababa de abrir un bar en el pueblo de al lado, y así ganarse la vida de un modo más tranquilo, a la vez que la permitiría tener a su hija ceca de ella y cuidarla en esos primeros meses de vida.

Pero lo que todos desconocíamos, era como a la par de estos pasos en lo personal y profesional, en lo que concierne a su relación de pareja, todo comenzaba a hacer aguas.

Solo de manera muy sutil, se había abierto con su amiga Dasha.


—Tengo algún problemilla con Vicente el padre de mi hija.

—¿De qué tipo Natacha?

—Desde que tengo el bar, las cosas han cambiado mucho.

—Cambiado, ¿en qué aspecto?

—No se como explicarme Dasha, a veces no lo reconozco.


Su amiga en conversaciones con la policía ha sido incapaz de decir, que clase de desavenencias, tenía su amiga con su actual pareja.

Esto se ha producido cuando Dasha, junto al hermano de Natasha, han acudido a comisaría a denunciar la desaparición de la joven de manera sorpresiva.

Al presentarse las autoridades en la casa que la mujer compartía con su actual pareja y padre de su hija, mostró una serie de mensajes por WhatsApp, a la vez que se mostraba, dolido por el abandono.


—¿Por qué no ha presentado denuncia alguna por la desaparición de Natasha?

—Ella no ha desaparecido, simplemente se ha marchado, me ha abandonado a mí, y lo que es aún más grave a su hija, sangre de su sangre.

—¿Había problemas ente ustedes?

—No, problemas de ningún tipo, pero…



Vicente se mostraba tranquilo, muy seguro de si mismo, mostró algunas conversaciones mantenidas con su pareja, y dejo caer la sombra de las sospechas en un presunto prestamista que la habría ayudado con el tema el bar y que ahora la amenazaba y extorsionaba para recuperar su inversión.

La rusa, como todos la llamaban, aunque su nacionalidad era ucraniana, según estas conversaciones con su pareja, se habría marchado voluntariamente.


Todo parecía totalmente creíble, se mostraba muy tranquilo, tal vez demasiado, sobre todo teniendo en cuenta después de todo y sin ningún dato más en la investigación, que su pareja y la madre de su hija, lo había abandonado para volver a sus país, y le había dejado tirado con la pequeña, que tal solo tenía algunos meses de vida.

Vicente se mostró en todo momento colaborador, mostró las conversaciones por mensajería en el teléfono, voluntariamente a los agentes, incluso permitió una primera inspección en la casa de manera expontanea.


Natasha, nunca volvió a Ucrania, las sospechas es que no se movió de Valencia y según se temía, ni tan siquiera salió de su casa de manera voluntaria.

Ya con una orden judicial, la policia volvió a su domicilio, apenas encontró nada. La vivienda había sido limpiada con esmero con lejía y habían borrado cualquier pista que, llevara a la policía a tener cualquier indicio de lo que pudiera haber ocurrido allí.


—Sí, he limpiado y pintado el salón, la asistenta social me anunció su visita para decidir sobre la pequeña y quise darle la mejor de las impresiones posibles, ya llevaba algún tiempo detrás de querer pinta, peo ahora ha sido el momento.

—No ha considerado que, en este momento, ¿estas actuaciones puedan resultar sospechosas?

—En este momento, a mi lo único que me preocupa es mi hija y su bienestar.


La policía no tenía nada, no encontró nada y comenzó la guerra mediática en prensa y televisión, todos opinaban, todos tenían claro lo que había pasado y el tema se embarulló en grado extremo.


—Vicente es un buen trabajador y una buena persona, yo confío en el en grado extremo, a mí siempre me ha respondido y nunca le he pillado en nada, —declaró su jefe a la policía.

—¿Qué nos puede decir del martes 26 de marzo, según nuestra información, Vicente faltó a su trabajo durante cinco horas?

—No, el no falto al trabajo, estaba aquí, estaba mal por el abandono de esa mujer y yo le dije que no estaba en condiciones de seguir trabajando, que mejor se machara a casa, que se relajara y así sería mejor para todos.

—¿Sabe si le hizo caso y se machó a casa? —preguntó el agente al jefe.

—Creo que sí, no lo hizo de buen grado, lo hizo a regañadientes, pero al final hizo caso de mi consejo.


La investigación no obtenía resultados, pero sabía que algo no encajaba, cuando Vicente se ausentó de su trabajo, por la geolocalización de su teléfono estaba en un zona boscosa y empinada, que apenas estaba a una decena de kilómetros del hogar que compartían.

Después constataron, que la Guardia Civil, dio el alto a un individuo que les pareció sospechoso por su forma de actuar y este desatendió su requerimiento, después identificó a este individuo por su constitución y por alguna cámara de seguridad que había cogido la matrícula de sus coche.


—Yo no me percaté de que me habían llamado. —Aseveró Vicente ante la pregunta del agente en un interrogatorio posterior.

—Si no se percató, ¿Por qué según manifiesta el agente de la guardia civil, huyó del lugar precipitadamente?

—Precipitadamente no, había estado dando un paseo, necesitaba poner mi mente en orden, y cuando me quise dar cuenta se me había hecho muy tarde y tenía que ir a recoger a la pequeña a casa de mis padres.


Fue entonces cuando la familia emprendió una campaña antes los medios, en contra de la madre, que se había fugado abandonando a su hija, según ellos.


—La maternidad le venía muy grande, nunca quiso ser madre, la tenía muy abandonada, si no fuera por nosotros…, si nosotros habláramos…

¿Qué madre se vuelve a su país y deja a una niña de meses abandonada?, ¿usted lo haría? —dijo el padre de Vicente, interrogando directamente a la periodista que estaba haciéndole la entrevista.


La policia que estaba investigando el caso, andaba más que perdida, el discurso de Vicente les parecía consecuente, lógico, sin fisuras, pero en el fondo había algo…


Así pasaran semanas, un par de meses hasta que un día, un vecino cercano al monte que antes se mencionaba paseando al perro, vio como este volvía con un hueso en la boca.

Aquí, de nuevo todo se desató, se volvió a investiga en el hogar que en su día compartieron y tirado en el jardín hallaron un bate de beisbol, que en otras ocasiones le había pasado desapercibido.

En el laboratorio policial encontraron restos de sangre en una de las fisuras de la madera. Era sangre de Natasha.

Fue entonces cuando insistieron en la inspección de la cocina y el salón, buscando algún indicio más probatorio.

En este momento de la investigación, el ruido mediático aumento, el hermano de Natasha, hacía denuncias públicas a su excuñado de haber terminado con la vida de la hermana, Dasha recordaba algunas nuevas conversaciones, que incidían en que la responsabilidad de Vicente en la desaparición de la joven ucraniana era más que probada.

Vicente contra atacaba diciendo que él desconocía a la tal Dasha y que esta era una mera amiga de la madre de su hija, de la popular red social Facebook.

La familia de Vicente, fuera de la lógica y probablemente dejándose llevar más por un instinto de protección familiar que, por la lógica, soltaban unas declaraciones muy desafortunadas, poniendo en la piqueta a la desaparecida, acusando de infidelidades, y miserias de todo tipo, que no se sostenían de ninguna de las maneras.

Para desesperación de los familiares y amigos de Natasha, el tiempo pasaba, Vicente seguía haciendo una vida normal, en libertad y aparentemente libre de toda sospecha a la vez que en una de sus últimas declaraciones para televisión, y en un tono algo altanero mirando a cámara aseveraba.


—Ya lo he hablado con mi abogado, en algunos medios por parte de familiares y amigos de la madre de mi hija, se me han hecho acusaciones muy fuertes y esto no puede quedar impune, la prueba está en que yo estoy en mi casa, haciendo una vida totalmente en libertad.

—¿Qué le han dicho los responsables de la investigación? —peguntaba la periodista, tratando de sonsacar algo más a Vicente.

—A estas alturas y por las pruebas aportadas por mí, están a punto de cerrar el caso, Natasha libremente ha abandonado a su hija y a mí y no quiere dar la cara.


Ajeno a todo esto, la investigación avanzaba, los análisis de la sangre encontrados en el bate de beisbol y en la cocina y salón de la vivienda, pertenecían a la joven desaparecida, del mismo modo, en el móvil de Vicente descubrieron muchas manipulaciones, conversaciones que le dejaban en evidencia habían sido borradas, otras modificadas con la ayuda de su hermano, informático y especialistas en Apps.


Sola una semana después de las desafortunadas declaraciones de Vicente en un programa de televisión, el telediario de las nueve de la noche de la misma cadena de televisión abría con la detención de Vicente. Las pruebas realizadas estaban siendo concluyentes, a falta de confirmar que el ADN del hueso encontrado por el perro en el bosque es de la joven ucraniana, las conversaciones de WhatsApp demostraban claramente el móvil del asesinato, la sangre hallada y analizada en el hogar compartió, mostraban claramente que, el asesinato se había producido allí.

También quedaba demostrado que los mensajes que supuestamente había mandado Natasha desde Ucrania después de desaparecida, habían sido enviadas desde la casa o desde un lugar muy cercano.

Y en el bosque, en un joyero que había perteneció a la joven, encontraron alguna baratija y el móvil de Natasha, al que habían extraído la tarjeta Sim.

Las conclusiones eran muy claras, Natacha había sido asesinada por sus pareja y padre de su hija antes las amenazas de separarse de él, pero aún a fecha de hoy, más de medio años después del asesinato, el cuerpo de la joven que vino a España llena de ilusiones y esperanzas, sigue sin aparecer.

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